José Gómez Villa, nacido en Cieza en 1924, se forjó como músico en la Academia de Música Municipal. Durante su servicio militar en Cartagena, exploró su pasión por la composición y armonía bajo la tutela de D. Ricardo Cano. En 1945, aprobó las oposiciones a Sargento músico militar, destacando en trombón, y en 1946, en bombardino en la Brigada.
Tras su paso por Cartagena, en 1947 fue destinado a Tarifa, donde entabló una duradera amistad con Rafael Campuzano, padre del compositor Felipe Campuzano. Dos años después, se trasladó a Alicante, siendo ascendido a Subteniente en 1965.
Profesionalmente, Gómez Villa incursionó en la composición, uniéndose a la Sociedad General de Autores (SGAE) en 1950. En el 2000, la SGAE le rindió homenaje por sus 50 años de membresía, adoptando el seudónimo "Segovi" para firmar algunas de sus composiciones.
Durante dos décadas, lideró la Banda de Música de San Vicente del Raspeig (Sociedad Musical “La Esperanza”), siendo honrado con un homenaje en 1997.
Gómez Villa destacó en concursos de composición en Alcoy, ganando premios con sus marchas moras, como "L’Entrà dels Cristians" en 1966, y obteniendo segundos premios con los pasodobles "Font Roja" (1964) y "El dianer alcoià" (1967), piezas que dejaron una huella significativa en la música festera alcoyana.
Tras su paso por Cartagena, en 1947 fue destinado a Tarifa, donde entabló una duradera amistad con Rafael Campuzano, padre del compositor Felipe Campuzano. Dos años después, se trasladó a Alicante, siendo ascendido a Subteniente en 1965.
Profesionalmente, Gómez Villa incursionó en la composición, uniéndose a la Sociedad General de Autores (SGAE) en 1950. En el 2000, la SGAE le rindió homenaje por sus 50 años de membresía, adoptando el seudónimo "Segovi" para firmar algunas de sus composiciones.
Durante dos décadas, lideró la Banda de Música de San Vicente del Raspeig (Sociedad Musical “La Esperanza”), siendo honrado con un homenaje en 1997.
Gómez Villa destacó en concursos de composición en Alcoy, ganando premios con sus marchas moras, como "L’Entrà dels Cristians" en 1966, y obteniendo segundos premios con los pasodobles "Font Roja" (1964) y "El dianer alcoià" (1967), piezas que dejaron una huella significativa en la música festera alcoyana.
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